Introducción. Imagen y memoria: apuntes para una exploración
Claudia Feld y Jessica Stites Mor
PRIMERA PARTE. EL TESTIMONIO Y LA CÁMARA
La Noche de los Lápices: Del testimonio judicial al relato cinematográfico
Sandra Raggio
"Aquellos ojos que contemplaron el límite": La puesta en escena televisiva de testimonios sobre la desaparición
Claudia Feld
SEGUNDA PARTE. POLÍTICA E IMÁGENES: VISUALIZAR LOS SETENTA
Ezeiza: Una imagen pendiente
Mirta Varela
Garage Olimpo o cómo proyectar el pasado sobre el presente (y viceversa)
Valeria Manzano
Estrategias para crear el mundo: La década del setenta en el cine documental de los dos mil
Lorena Verzero
TERCERA PARTE. LAS FRONTERAS DE LA REPRESENTACIÓN
Imágenes de un Sur desplazado: Fernando Solanas y el imaginario cultural de la transición
Jessica Stites Mor
El "derecho a la memoria" y los límites de su representación
Carmen Guarini
CUARTA PARTE. LA FOTOGRAFÍA COMO PRÁCTICA DE LA MEMORIA
Las fotografías del Nunca Más: Verdad y prueba jurídica de las desapariciones
Emilio Crenzel
Memoria, fotografía y legibilidad en las obras de Marcelo Brodsky y León Ferrari
Kerry Bystrom
Lo invisible revelado. El uso de fotografías como (re) presentación de la desaparición de personas en Argentina
Ludmila da Silva Catela
Los ensayos reunidos por Claudia Feld y Jessica Stites Mor en El pasado que miramos constituyen un aporte fundamental y novedoso tanto en el campo de la comunicación como de los estudios sobre la memoria. A partir del análisis sobre las diferentes maneras de utilizar las imágenes en la memoria de la Argentina post-dictatorial, las compiladoras no solo delimitan un problema, sino que instauran una nueva línea de trabajo al colocar su objeto en la perspectiva de una multiplicidad de abordajes.
Como bien señala Andreas Huyssen en su prólogo: “El medio de este libro es […] el lenguaje de y sobre todos los medios de expresión de la memoria: la declaración, el testimonio, la autobiografía, la fotografía, el cine, el documental, la televisión. Centrándose en los medios visuales, los ensayos de este libro, con sus diversos estilos y enfoques, intentan comprender las relaciones entre lenguaje verbal e imagen, historia y memoria, hecho y ficción. Con esta misión, el libro evita caer en una trampa que acecha a gran parte de la bibliografía contemporánea sobre la memoria: creer en la completa autenticidad, en todo momento, de la voz del testigo. Y no se abstiene de señalar las mitificaciones y compulsiones a la repetición en el proceso de recordar a los desaparecidos a través de la fotografía, el cine y la televisión.”
En este sentido, El pasado que miramos resulta una contribución esencial para pensar y discutir el presente.