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Antonio Passy

ANTONIO PASSY

querid@s companier@s y amig@s:
ha muerto ANTONIO PASSY
( Murcia, 1931 / Palencia, 2015 ),
actor de teatro, sine, televisión y radio
y gran colega y camarada!
en su infansia y con su familia,
se esilian en Marsella (Francia )
durante la Guerra Civil Española
( 1936 / 1939 )
y ya ayí,
la famlia debe partir a México,
ante la invasión nazi del país galo!
en México desarroya su carrera artística
y datos sobre su intensa creatividad
pueden encontrarse en Wikipedia
regresa a España en 1983 y retorna
- ya como actor secundario -
al sine, la televisión y el doblaje
( su mas alta popularidad la consigue
con la interpretasión de Garcinuño,
en la película de culto
"Amanece que no es poco",
dirigida por José Luis Cuerda
y estrenada en 1989:
humor absurdo y surrealismo nativo
se conjuntan
para lograr un film memorable! )
buen dibujante y pintor,
intercambiamos re/tratos
a lo largo de estos 25 anios de noble amistad:
selesioné en su memoria y homenaje,
unos pocos de estos trabajos
y unas fotos de cuando éramos "eternos"
( en una de eyas hisimos al alimón
un retrato de mantel del escritor
José "Pepe" Esteban,
quien aparese en una de las imágenes )

vaya un gran abraso de humo
para tu vivo corasón ardiente,
querido amigo nuestro!

poni
madrid / 5078NE


Nota acorde y afinada sobre Antonio Passy

Podría ser uno de esos ejemplos paradigmáticos de los yamados "niños de la guerra"
( de la Guerra Civil Espaniola, se entiende...).
Nasió en Cartagena, Murcia, un 21 de junio de 1931
 y le bautisaron con el nombre de Antonio Eduardo Rafael Rizzo di Monferrato Cassola.
Su padre, Ángel Rizzo y Bayona, Gran Maestre del Sureste de la masonería,
 fue un destacado gestor e impulsor de la Tercera República.
 En 1929, don Ángel fue sometido a una corte marsial.
Pero en 1936, ya incorporado al Frente Popular,
es elegido senador y luego designado Director General de la Marina Mercante.
Fue el periodo catastrófico donde la actitud revolusionaria de España, hiso que le cayera ensima
e implacable el eje anticomunista formado por Alemania, Italia, Francia y Portugal.
Junto con su madre, Aurora Cassola, y dos hermanos mayores, Antonio,
conosió varios exilios y varios destierros:
desde Madrid a Valencia y de Valencia a Barcelona,
siempre huyendo del avanse y persecusión de las "fuersas nasionales".
Luego, Marsella. Ya dentro de la Segunda Guerra Mundial
y ante la ocupasión alemana de Francia,
la familia pasó a Orán.
Finalmente, temerosos y agotados, recalaron en Méjico.
Antonio no tenía entonses más de 10 anios.
Ninio susceptible, impresionable, atentísimo,
fue registrando esos susesos inestables y dramáticos en su perseptiva memoria.
 Por su educasión en lengua fransesa,
en Méjico se afisionó a las artes y el teatro ligados al idioma galo.
Frecuentó los sírculos de los "íberofugiados"
y se convirtió en un activo animador cultural en las institusiones solidarias
 con el pueblo espaniol en suelo mexica.
Sus antiguos recuerdos permanesen frescos y activos en su escritura actual.
Actor y director teatral ( Molière, Kafka, Anohuil, Ionesco... )
y de cine y televisión
así como en radio y doblajes, su periplo de intervensiones artísticas
 le fueron dando materiales muy ricos de secuensias, anécdotas y susesos,
que le permiten ahora canalisar su ironía sarcástica
y un deseo inocultable de "reescribir" una historia cultural y sosial
que siente falsificada, manipulada,
oculta y/o reprimida por falases intereses políticos
y eclesiásticos. " Esos? Adoran al santo por la peana!",
sentensia categórico. Ya en 1976 de regreso a su país natal,
asepta papeles secundarios en el cine espaniol:
le han dirigido directores del reconosimiento de García Sánchez,
José María Forqué, Gutiérrez Aragón, Pedro Almodóvar, entre otros.
Compartimos tertulias en el imponderable Café "Gijón"
de Madrid, durante veinte anios.
Ayí, su saber estar y su vasta esperiensia como hombre
y artista del mundo, le acopiaron nuevas historias de la queja crónica
y el  desir mordas de sus coetáneos.
Reúne toda esta sustansiosa aventura humana
 en una autobiografía que permanese inédita:
"Memoria sin beneficios",
de la que gentilmente sedió a IPN
uno de sus capítulos manuscritos,
que con fervor editamos.

Poni Micharvegas
Madrid / 2M500NE

Nota conforme e affinata su Antonio Passy

Potrebbe essere uno di quegli esempi paradigmatici di coloro che sono chiamati “niños de la guerra”
(Figli della guerra) (della guerra civile spagnola, si capisce….)
Nacque a Cartagena, Murcia, il 21 giugno del 1931
e lo battezzarono col nome di Antonio Eduardo Rafael Rizzo di Monferrato Cassola.
Suo padre, Ángel Rizzo y Bayona, Gran Maestro della massoneria del sudest,
fu un distaccato gestore e propulsore della Terza Repubblica.
Nel 1929, don Ángel fu sottoposto alla corte marziale.
Ma nel 1936, già aderente al Frente Popular, è eletto senatore e designato
 come Direttore generale della Marina mercantile.
 Fu il periodo catastrofico in cui l’attitudine rivoluzionaria della Spagna,
fece cadere su se stessa l’asse implacabile anticomunista
formato da Germania, Italia, Francia e Portogallo.
Insieme con la madre, Aurora Cassola, e due fratelli maggiori,
Antonio conobbe vari esilii e varie persecuzioni:
da Madrid a Valencia e da Valencia a Barcellona,
sempre fuggendo dalle vessazioni della forza nazionale.
Dopo, Marsiglia. Durante la seconda guerra mondiale
e di fronte alll’occupazione tedesca della Francia, la famiglia passò a Oran.
Alla fine, timorosi e stanchi si rifugiarono in Messico.
Antonio non aveva allora più di 10 anni.
Fanciullo suscettibile, impressionabile, attentissimo,
registrava nella sua mente sensibile quegli avvenimenti instabili e drammatici.
Grazie alla sua conoscenza della lingua francese in Messico
 si avvicinò alle arti e al teatro legato alla lingua gallica.
Frequentò i circoli dei "íberofugiados" e si convertì in attivo animatore culturale
nelle istituzioni di solidarietà col popolo spagnolo in suolo messicano.
 I suoi antichi ricordi rimangono freschi e attivi nella sua scrittura attuale.
Attore e direttore teatrale ( Molière, Kafka, Anohuil, Ionesco... )
e di cinema e televisione come in radio e doppiatore,
i suoi molteplici interventi artistici gli diedero materiale assai ricco di sequenze,
aneddoti e fatti, che gli permettono ora di canalizzare la sua ironia sarcastica
 e un desiderio inoccultabile di riscrivere una storia culturale e sociale
 che sente falsata, manipolata, occulta e/o oppressa da falsi interessi politici e ecclesiastici.
“Loro? Adorano il santo per il pulpito” sentenzia categorico.
Già nel 1976 dal ritorno dal suo paese natale,
accetta ruoli secondari nel cinema spagnolo:
lo hanno diretto registi di fama come García Sánchez, José María Forqué,
Gutiérrez Aragón, Pedro Almodóvar, tra gli altri.
 Compartimmo dibattiti letterari nel Café "Gijón" di Madrid, per ben venti anni.
Lì, il suo saper stare e la sua vasta esperienza come uomo e artista del mondo, 
 gli proposero nuove storie del lamento cronico e le parole mordaci dei suoi coetanei.
Riunisce tutta questa sostanziosa avventura umana in una autobiografia che rimane inedita :
"Memoria sin beneficios",
 che gentilmente ha offerto a IPN uno dei suoi capitoli manoscritti
che con piacere pubblichiamo
 
Poni Micharvegas
Madrid / 2M500NE

(traduzione: Enea Biumi)

un capítulo manuscrito de su libro autobiográfico inédito,
“Inventario sin beneficio”
Casillas, Ávila, España / Julio del 2008

La historia de Lino Martín Carnicero y su hermano Agustín

Era Magistrado de la República, exliado en México; era todo un humorista.
Como frecuentaba un pequeño café, que estaba en la avenida Juárez
– junto a una tienda de artículos de caballeros – “Zapico” - ,
el cafetín en cuestión se llamaba “Papagayo”.
Don Lino cortejó a la mesera – como dicen en México – y se casó con ella.
Años más tarde venía a la tertulia de “Sorrento”,
los domingos con su hijo, que a la sazón tendría siete u ocho años,
y a la hora de levantar la sesión, venía a recogerlos la Sra. Martín Carnicero.
Angelina, camarera pizpireta del café “Sorrento”,
llamaba a Agustín Martín Carnicero, “Don Agus”.
Un día le arrebató las gafas a Don Cipriano Rivas Chérif,
pues de empañadas, ya no trasparentaban, y al devolvérselas relucientes, dijo:
Las he metido en detergente.
Agustín era abogado y había sido juez en Zamora.
En la actualidad vendía vidrio plano para construcción.
“Los refugíberos”, que ponían motes, le endilgaron el de “Licenciado Vidriero”.
Lino, Agustín, León Felipe y Cipriano Rivas Chérif, eran castellanos viejos
- León, de Tábara, los hermanos Martín Carnicero eran de un pueblo,
“en el que rara vez se ve el sol”, y lo llaman Villanubla –
Don Cipri era de un pueblo cuyo castillo se vino por tierra,
que se llama Alcor o Alcores.
Otro tertuliano era Jesús Martín Martí, de Castellón, arquitecto, pintaba:
nos pintó a todos los contertulios.
En cuanto llegaba a casa se ponía a la tarea.
Don Cipri, después de ver su retrato decía:
parezco una berenjena por lo amoratado.
Y no andaba errado el pintor, pues algo de eso tenía el original.
Cuando el sobrino de Jesús M. Martí, me dijo que su tío estaba muy mal
– yo no salía de casa - ,
fui a verlo y me encontré con que había engordado…
más de lo debido, y que no hablaba.
Mientras estuve, sólo dijo Passy
Passy… Y así durante un cuarto de hora.
Decidí marcharme cuando su mujer, dijo:
pero si ya debía haber muerto!, en un tono que me dejó mudo.
Lino Martín Carnicero, cumplía el empleo de vigilante a la entrada del cine Versalles;
con un aparatito llevaba la cuenta de los espectadores que entraban,
y cuando me veía dar el boleto, me decía:
Por qué paga usted? estando yo aquí, no tiene porque hacerlo.
Era muy amigo de Octavio Alba – que merece comentario aparte - .
Un día Don Lino se encontró mal: lo internaron en el Sanatorio Español –
sala común cuyas camas eran separadas por cortinas blancas - ,
Don Lino, para entretenerse inventó que a las 6,30 de la tarde, había que maullar…
Y todos los compañeros dolientes, se daban a hacerlo con desenfreno y alegría…
En eso llegaba la monja de servicio, y entrando en el juego, exclamaba:
¿Qué es esto, de dónde salen tantos gatos?
Escena que muy bien podría incluirse en una película de Monicelli;
y, no se diga lo que viene a continuación: viendo que no había mejoría,
y sintiendo su fin próximo, citó con urgencia a su mejor amigo,
Octavio Alba, que también lo era mío y de mi padre.
Octavio no bien recibió el recado, cuando se precipitó al Sanatorio Español,
donde Don Lino, en su cama lo recibió,
con el mismo agrado de siempre, y, charlaron, hasta que Octavio
– que lo encontraba tan bromista y dicharachero como de costumbre - ,
nada le hacía sospechar la urgencia de la cita, y acabó por decir:
Bueno, Lino, qué es lo que te obliga a mandarme llamar con tal urgencia?
Don Lino alarga el rostro,
y haciéndole señal de que se acerque, dice, casi en un murmullo:
Es que me voy a morir; por mi óbito tengo derecho a un seguro,
por la Cadena de Oro para la que trabajo de 30.000 pesos,
y quiero que los perciban mi mujer y mi hijo,
y que no se pierdan en cementerio, cajón, y pompas fúnebres.
Por lo cual, después de darle mil vueltas, he pergeñado lo siguiente:
he decidido legar mis despojos a la Facultad de Medicina para la disección,
y así, hecho pedacitos, evitar entierro y toda esa faramalla.
Se produjo una larga y tensa pausa. Al cabo de la cual, prosiguió Don Lino
– como el niño sorprendido en una pillería
- : Y como tu eres el único verdadero amigo que tengo,
quiero que te hagas responsable de que se cumpla mi última voluntad.
Octavio anonadado, repuso:
Pero, Lino… yo… - Quiero que me des tu palabra, para morir tranquilo.
Y en eso quedaron.
Sin saber cómo, Octavio se despidió,
y cuando atravesaba la sala, se oyó una jocosa voz que gritaba:
Lino, empecemos ya a maullar? Y cuando Octavio estaba por salir,
Lino contestaba: No, todavía falta un cuarto de hora.
Ya en la antesala se cruzó con la monja,
quien apresurando el paso, decía entre dientes:
Otra vez los gatos! Qué bromista es Don Lino!
Una vez en la calle, la Avenida del Ejercito Nacional,
se propuso ver a Agustín Martín Carnicero, hermano de Lino,
y al cabo de varias vueltas – vivía en la calle Tigris –
y recorrer uno y otro rincón vino a dar con él en el café Sorrento;
se lo llevó a una mesa del fondo,
y le relató la entrevista que había sostenido con su hermano,
y, tras dejarse el café que Angelina le había servido, salimos juntos,
recorrimos el pasaje que desembocaba en la Avenida Balderas,
nos despedimos, Octavio para dirigirse a su periódico en al calle Bucareli,
a dos manzanas de allí.
Los dos parecíamos sonámbulos.
Una vez solo, Agustín, se echó a andar por la Avenida Juárez,
como si fuera al Palacio de Bellas Artes, y, cruzó hacia la Alameda,
frente al Hemiciclo de Don Benito,
no estaba de humor para ir al “Horreo”,
donde acostumbraba a ir de vez en cuando.
Iba cabizbajo, arrastrando los pies, cuando una voz lo sacó de su ensimismamiento;
era la de la persona para quien trabajaba como vendedor de vidrio plano para construcciones,
y le dijo: ¿Qué te pasa, qué te encuentro sombrón?
Se lo dijo, y el patrón, que era español de la antigua hornada
– gachupín, como decían, una vez escuchado el macabro relato,
abrazando a Agustín, dijo:
Nada de eso, yo correré con los gastos
que ocasione el fallecimiento de su hermano Lino.
Y aquí acaba la historia de Don Lino, fue a México,
tras parar en Montauban, donde tuvo ocasión (1940) –
como tantos españoles que huían de la barbarie de la guerra - ,
de asistir a los funerales de Don Manuel Azaña Díaz,
que fueron celebrados en la Catedral.
A la salida de los oficios, el organista que había acompañado Las Honrras Fúnebres,
se acercó a un grupo de refugiados españoles,
entre los cuales se hallaba Don Lino y, como quien se disculpa, dijo:
Yo no conozco mucho de música española,
pero habrán ustedes advertido que en mi improvisación,
he incluído algunos compases de “La Verbena de la Paloma”.
Y esto me lo había contado en el café Sorrento.

Casillas, julio del 2008

 Con su segunda esposa, la actriz y modelo Claire Walmeé / Marly Le Roi, 1973  

Poni Micharvegas: retrato de Passy en el café Gijón
Madrid 1990



Con León Felipe, José Samperio, Rivas – Chárif. Ciudad de Méjico / 1963
Como actor en la televisión mejicana / circa 1960 

Cuento de Navidad


Tal dia como hoy

    
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