Nicanor PARRA - eneabiumi

Vai ai contenuti

Nicanor PARRA


dibujo: Poni Micharvegas (1987)

"HOY HABLAMOS DEL PLANETA "

Desde que Pablo Neruda leyera, hace casi 50 años, los poemas coloquiales de un joven escritor delante de la fervorosa audiencia de un estadio, hasta que el ya eclipsante Pablo de Rokha le atacara una vez mas diciendo de el que
“estaba poniendo el dedo en la boca al pueblo de Chile”, la trayectoria poética de Nicanor Parra ha sorteado innúmeras vicisitudes. Ahora, a los 72 años, ascético, arquetípico y persuasivo, reconocida su autoridad como impulsor de una antipoesía iconoclasta, a este hermano mayor de la prodigiosa Violeta, nuevas preocupaciones le salen al camino: la vuelta a la democracia en Chile y la salud del planeta Tierra. Sus ecopoemas actuales subrayan una instancia dramática: hay que reconceptualizar todo el discurso de los poderes fácticos contemporáneos con el objeto de preservar una naturaleza agredida y en sumo peligro.

Autor de tres importantes poemarios en estos últimos años de dictadura férrea en su país natal (“Sermones y prédicas del Cristo de Elqui”, 1979; “Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui”, 1979, y “Hojas de Parra”, 1985, todas en las Ediciones Ganímedes, Santiago, Chile), NP afila su lírica para dar al público de lengua castellana su mensaje de alarma y reflexión sobre las probabilidades de una catástrofe global. El 23 de enero, Poni Micharvegas charló con él en el Hotel Victoria, frente a la Plaza del Ángel, en Madrid, con motivo de la participación de NP en el ciclo “CHILE VIVE”, que durante un mes reunió a intelectuales y artistas chilenos en esa ciudad, como testimonio de sus actividades creativas y sus esperanzas, aun bajo las oprobiosas condiciones políticas en el que se desenvuelve el país hermano.

Poni Micharvegas

Si. El tema de los temas de hoy en Chile es la vuelta a la democracia. Ahora uno se pregunta: ¿Cómo es que uno quiera volver a una situación en la que estuvo y de la que se quería salir? ¿No estaremos en peligro de repetir o de estar en presencia de un disco rayado? Si volvemos a la democracia, los viejos problemas sobreviven, evidentemente. La democracia no es la solución definitiva, la democracia burguesa, la democracia como se ha dado en Chile y en otros países, se entiende… De modo que yo personalmente, que apoyo la vuelta a la democracia, tengo que tratar de autojustificarme. ¿Por qué creo que se impone la vuelta a la democracia? Por una razón sencilla: sin ella no se salva nada. Y nuestro deber fundamental en estos momentos es la supervivencia. El planeta se encuentra en pésimas condiciones. Está moribundo, ¿Y quiénes son los asesinos del planeta? El complejo industrial-militar. Entiendo por ello al capitalismo y al socialismo "real”, que en la práctica han resultado, como sistemas, tan depredadores. De modo que nosotros volvemos a la democracia para reanudar la vieja lucha: el reemplazo del sistema burgués por el sistema proletario. Es que han surgido en los últimos tiempos problemas gravísimos y en los que aspectos de la cuestión social serían solo eso: aspectos.
En la dictadura, o sea en la situación de capitalismo virulento, resulta imposible todo intento de comprender el problema y procesarlo. El capitalismo no dispone de herramientas para entender la cuestión. Como tampoco dispone de ellas el socialismo “real”, desafortunadamente. Marx entendió, mucho mejor que el liberalismo, el problema económico, el de la explotación del hombre por el hombre. Pero la relación del hombre con la naturaleza no es satisfactoria en el enfoque marxista, según el pensamiento ecologista, al que me adscribo. El ecologista, en vez de partir de Marx, prefiere un planteamiento contemporáneo  más coherente: el planteamiento de Kropotkin. Pienso en un ecologista norteamericano, por ejemplo: Murray Bookcheen. En su libro, “Ecología de la libertad”, aporta una nueva cosmovisión, una especie de nuevo “Capital”. Y todo esto tiene más que ver con el socialismo libertario que con el socialismo autoritario.  Estas filosofías sociales decimonónicas tienen sus fallas. En su época significaron valiosos pasos adelante en al historia del hombre y en la caracterización de la lucha de clases. Pero hoy éstos son sólo cuestiones parciales de las estructuras y de las situaciones más graves que operan entre bastidores.
Pienso, en este momento, en las relaciones jerárquicas generales. El ¡NO! a las relaciones jerárquicas es una de las primeras intuiciones del ecologismo. ¡NO! a la relación jerárquica de amo a esclavo entre hombre y mujer. Por ejemplo. Como una metáfora de fondo, el trato que da el complejo industrial-militar a la naturaleza no es nada más que otra cara del machismo: la naturaleza como mujer y el hombre, comportándose ante ella de una manera autoritaria. Habría entonces que retroceder, habría que buscar entre bastidores y encontrar allí el último núcleo de las dificultades sociales y comunitarias. Y hasta las del hombre con la naturaleza, y consigo mismo. En síntesis, estoy pensando en una vuelta a la democracia en Chile, pero con fines planetarios. En otros términos: Acción puntual en Chile y en todas partes, pero con la obligación de pensar globalmente.
Las soluciones para estos dilemas que se barajan de ordinario son convincentes desde un punto de vista tradicional. Pero carecen de plausibilidad ecológica. Una de las soluciones propuestas es el enfrentamiento. Pero esto viene a ser sinónimo de colapso ecológico y de holocausto nuclear. ¡NO al enfrentamiento!, para empezar. Eso nos llevaría al Apocalipsis. ¿Habría que renunciar a la acción? ¿Habría que renunciar a la lucha?  No. En su libro “Psicoanálisis y ecología”, Cesarman dice que no hay que extrañarse de los que ocurre en el planeta. Si fuera lícito extrapolar los principios del psicoanálisis individual a la sociedad, veríamos que la comunidad humana está recibiendo como órdenes  profundas de fuertes impulsos tanáticos. No se conoce ningún sistema que sea eterno, que sea inmortal. De modo que éste que llamamos “sociedad humana” está tan expuesto como cualquier otro al desgaste y a la muerte.
Repensarlo todo de nuevo: esa sería la primera obligación. Y en esta responsabilidad de repensar la realidad social desde un punto cero, hay que estar en condiciones de responder a la siguiente pregunta: ¿Quién es el culpable del lamentoso estado actual del planeta? Hemos condenado al capitalismo y al socialismo “real”, pero estas filosofías fueron de muy buenas intenciones, porque ambas querían construir el Paraíso en la Tierra. ¿No habría una falla anterior? Se me ocurre que sí. En la Reforma estarían dadas las raíces del capitalismo, especialmente en Calvino, con su endiosamiento del trabajo. El trabajo no es otra cosa que acción sobre la naturaleza. Transformación de la naturaleza
en artefacto, en chatarra. Y todo esto opuesto al principio de finitud de la naturaleza descubierto por la ciencia contemporánea: la naturaleza no tiene una capacidad infinita de autorregulación.
Los ecologistas piden una solución lúcida del problema social. No una solución de ojos cerrados. Y no estoy hablando de la ecología académica tradicional inventada por el señor Heckel en el siglo XIX: una ciencia que estudia la relación de una especie con su medio. Ni tampoco refiriéndome a esa doctrina dedicada a salvaguardar, por ejemplo, la vida de las ballenas o las focas o interesada en plantar arbolitos. Naturalmente que todas estas actividades son bienvenidas. Pero son absolutamente insuficientes.
Maquillajes, coartadas, movidas. No son soluciones. Cuando digo ecologismo estoy pensando en las Propuestas de Daimiel, que los ecologistas españoles produjeron en el año de 1978. Un movimiento socioeconómico basado en la idea de armonía de la especie con su medio, que lucha por una vida lúdica, creativa, igualitaria, pluralista, libre de explotación y basada en la comunidad y colaboración de las personas. Los auténticos presupuestos de una ecología social, realizada más allá de los términos de una ecología académica y de conservacionismo ambiental.

Nicanor Parra



"OGGI PARLIAMO DEL PIANETA"

Dopo che Pablo Neruda lesse, quasi 50 anni fa, le poesie colloquiali di un giovane scrittore davanti ad u pubblico infervorato di uno stadio, fino a quando l'ormai eclissante Pablo de Rokha lo attaccherà una volta ancora dicendo che
“stava mettendo il dito in bocca al popolo cileno”, la traiettoria poetica di Nicanor Parra ha sortito innumerevoli vicissitudini. Ora a 72 anni, ascetico, archetipo e persuasivo, riconosciuta la sua autorità come sostenitore di una poesia
iconoclasta, nuove preoccupazioni assalgono questo fratello maggiore della prodigiosa Violeta: la svolta democratica in Cile e la salute del pianeta Terra. Le sue ecopoesie attuali rivestono un'istanza drammatica: bisogna
riconcettualizzare tutto il discorso dei poteri forti contemporanei per preservare una natura aggredita e in sommo pericolo. Autore di tre importanti poemetti negli anni di dittatura ferrea nel suo paese natale (“Sermones y prédicas del Cristo de Elqui”, 1979; “Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui”, 1979; e “Hojas de Parra”, 1985, tutti nell'edizione Ganymedes, Santiago, Cile) Nicanor Parra affila la sua lirica per dare al pubblico di lingua casigliana il suo
messaggio di allarme e riflessione sulla probabilità di una catastrofe globale. Il 23 gennaio Poni Micharvegas parlò con lui all'Hotel Victoria, di fronte alla Plaza del Angel, a Madrid, sulla sua partecipazione al ciclo “Il Cile vive” che durante
un mese radunò intellettuali e artisti cileni in questa città, come testimone della sua attività creativa e delle sue speranze, nonostante la obbrobriosa realtà politica che si riscontra nel paese fratello.

Poni Micharvegas

Sì, il tema dei temi oggi in Cile è il ritorno alla democrazia. Ora uno si chiede: come mai si desidera ritornare in una situazione già esistente e dalla quale si desiderava uscire? Non ci sarà il pericolo di ripetere o di essere in presenza di un disco rovinato? Se ritorneremo alla democrazia, i vecchi problemi ritorneranno, evidentemente. La democrazia non è la soluzione definitiva, la democrazia borghese, la democrazia che si è data il Cile e altri paesi, si capisce… Di modo che io che appoggio il ritorno alla democrazia, devo autogiustificarmi. Perché credo che si imponga il ritorno alla democrazia? Per una ragione molto semplice: senza di lei non si salva nessuno. E il nostro dovere fondamentale in questi momenti è la sopravvivenza. Il pianeta si incontra in pessime condizioni. E’ moribondo. E chi sono gli assassini del pianeta? Il complesso industriale militare, cioè il capitalismo e il socialismo “reale”, che in pratica sono risultati dei sistemi  predatori. Di modo che noi non torniamo alla democrazia per ritornare alla vecchia lotta: rimpiazzare il sistema borghese col sistema proletario. E’ che sono sorti problemi gravissimi in questi ultimi tempi e negli aspetti della questione sociale sarebbero solo ciò: aspetti.
Ripensare tutto di nuovo: questo sarebbe il primo dovere. E in questa responsabilità ripensare la realtà sociale da un punto zero. Bisogna essere in condizioni di rispondere alla seguente domanda: chi è il colpevole del gravoso stato attuale del pianeta? Abbiamo condannato il capitalismo e il socialismo reale, però queste filosofie ebbero molto buone intenzioni,perché entrambe desideravano costruire il paradiso sulla terra. Non c’era una falla anteriore? Mi pare di sì.  Nella Riforma ci sarebbero le radici del capitalismo, specialmente in Calvino. Col suo valore del lavoro. Il lavoro non è altra cosa se non azione sulla natura. Trasformazione della natura in manufatti, fino al deterioramento. E tutto questo  opposto alla finalità della natura, scoperto dalla scienza contemporanea: la natura non ha una capacità infinita di autoregolamentazione.
Gli ecologisti chiedono una soluzione lucida del problema sociale. Non una soluzione ad occhi chiusi. E non sto parlando dell’ecologia accademica, tradizionale, inventata da Heckel nel secolo XIX: una scienza che studia la relazione di una specie nel suo habitat. Né tanto meno mi riferisco a quella dottrina che vuole salvaguardare, per esempio, la vita delle balene o delle foche o che si interessa ad impiantare alberelli. Naturalmente tutte queste attività sono bene accette. Però sono assolutamente insufficienti. Maquillages, artifici, mosse. Non sono soluzioni. Quando dico ecologismo sto pensando alle proposte di Daimiel. Che gli ecologisti spagnoli produssero nel 1978. Movimento socio economico basato sull’idea di armonia della specie nel suo habitat, che lotta per una vita ludica, creativa, egualitaria, pluralista, libera dallo sfruttamento e basata sulla comunità e collaborazione delle persone. Gli autentici presupposti di una ecologia sociale, realizzata più in là dei termini di una ecologia accademica e di conservazione ambientale.
Nella dittatura, ossia in una situazione di capitalismo virulento, risulta impossibile ogni intento di comprendere il problema e processarlo. Il capitalismo non dispone di strumenti  per intendere la questione. Come non ne dispone il socialismo “reale”. Fortunatamente. Marx intese, molto meglio del liberalismo, il problema economico, lo sfruttamento dell’uomo sull’uomo. Però la relazione dell’uomo con la natura non è soddisfacente nel programma marxista, secondo il pensiero ecologista al quale mi iscrivo. L’ecologista, invece, preferisce un’analisi contemporanea più coerente: l’analisi di Kropotkin, penso ad un ecologista nord americano per esempio, Murray Bookcheen. Nel suo libro , “Ecologia della libertà”, apporta una nuova visione, una specie di nuovo “capitale”. E tutto ciò ha a che vedere sia col socialismo libertario che col socialismo autoritario. Le filosofii sociale del XIX secolo hanno delle falle. Nella loro epoca significarono validi passi avanti nella storia dell’uomo e nella caratterizzazione della lotta di classe. Però oggi queste sono solo questioni parziali della struttura e della situazione più grave in cui si opera.
Penso in questo momento alle relazioni gerarchiche generali. Il NO! Alle relazioni gerarchiche, è una delle prime intuizioni dell’ecologismo, NO! Alla relazione gerarchica di sottomissione tra uomo e donna, per
esempio. Come una metafora di fondo, il tratto che dà il complesso industriale militare alla natura non è altro che l’altra faccia del machismo: la natura, come moglie, e l’uomo, che si comporta davanti a lei in una
maniera autoritaria. Bisognerebbe allora retrocedere, bisognerebbe cercare tra operatori e incontrare lì l’ultimo nucleo della difficoltà sociale e comunitaria. E fino a quelle dell’uomo con la natura e insieme a se
stesso. In sintesi, sto pensando al ritorno della democrazia in Cile, però con fini planetari. In altri termini: azione puntuale in Cile e in tutte le parti, però con l’obbligo di pensare globalmente.
La soluzione per questo dilemma che si  mischia di ordinario sono convincenti da un punto di vista tradizionale, però mancano di plausibilità ecologica. Una delle soluzioni proposte è affrontarle. Ma questo è
sinonimo di collasso ecologico e olocausto nucleare. NO! Allo scontro! Per incominciare. Questo ci porterebbe all’apocalisse. Bisogna rinunciare all’azione? Bisogna rinunciare alla lotta? NO! Nel suo libro “Psicoanalisi ed ecologia” , Cesarman dice che non c’è che estraniarsi da ciò che occorre al pianeta. Se fosse lecito estrapolare i principi della psicoanalisi individuale alla società, vedremmo che la comunità umana sta ricevendo come  ordini profondi dei forti impulsi mortali. Non si conosce nessun sistema che sia eterno, che sia immortale. Di modo che questa che chiamiamo “società umana” è tanto esposta come qualsiasi altro sistema all’estinzione e alla morte.

Nicanor Parra

Traducción de texto y poemas:
María Luz Loloy Marquina y Enea Biumi

dos poemas manuscritos (publicados en la revista “Crisis” nº 52, Buenos Aires, Marzo 1987)


dibujo: Poni Micharvegas (1987)

L'OPERAIO TESSILE

 
 Ballata inglese
Quando ero giovane
vivevo solo
e lavoravo nell’industria tessile
e il mio unico errore imperdonabile
fu corteggiare una ragazza bionda
La corteggiai d’inverno
ma anche d’estate
e il mio unico sbaglio imperdonabile
fu proteggerla dell’umidità mattutina
Una notte in cui ero profondamente addormentato
mi svegliò il suo pianto disperato
Sembrava una pazza
inginocchiata davanti al letto coniugale
Cosa fare per alleviarla
cosa fare per toglierla dalla nebulosa rugiada
abbracciarla e baciarla naturalmente
e la strinsi forte nelle mie braccia come mai feci
Di nuovo sono celibe
vivo con mio figlio
entrambi lavoriamo per l’industria tessile
e ogni volta che guardo gli occhi suoi
penso a quella giovane inesplicabile
Ricordo gli inverni
e anche le estati
quando l’abbracciavo e baciavo
per proteggerla dall’umidità mattutina

RESA DI CONTI

- Con ciò rivoluzionari
  e non fate né dite niente ah?!
- È che se diciamo qualcosa
  di sicuro ci mettono in carcere
- E che c’è di male!
- Possono ridurci a pezzettini a forza di legnate….
- E con questo che c’è di male!
- Bene……
per quella strada
 si arriva a Puchuncavi
- E…..?
- La cosa sta male  lì
- Allora non si credano
  tigri perché sono  gatti
- È  che dopo i militi
  ci fanno pagare lo scotto
- Basta  permanganato:
  per la rivoluzione
  voi siete candidati
  sicuri alla fucilazione.

NB: Puchuncavi è un tristemente famoso campo di concentramento

Torna ai contenuti